Desde el inicio del conflicto, Israel ha causado más de 600 muertes en Irán, incluidos civiles, y ha destruido múltiples sitios nucleares y lanzadores de misiles. Irán respondió con 450 misiles y 1.000 drones, de los cuales la mayoría fueron interceptados.
Trump rechazó los llamados a la rendición y mantuvo abierta la vía diplomática. El canciller iraní, Abbas Araghchi, viajará a Ginebra para reunirse con funcionarios de la Unión Europea, Reino Unido, Francia y Alemania.
Pero Jamenei advirtió a Washington que "una intervención directa causaría daños irreparables". Mientras tanto, el presidente del Parlamento iraní, Mohammad Qalibaf, dijo: "Trump no logrará paz mediante amenazas de guerra".
Por su parte, la ONU confirmó que no puede verificar el stock de agua pesada en Arak debido a las restricciones impuestas por Teherán a los inspectores del OIEA.