La herramienta traduce conversaciones de forma casi instantánea, manteniendo no solo el contenido de lo que se dice, también el tono, la expresión y el estilo del hablante. Actualmente, funciona entre inglés y español, aunque Google ha confirmado que se sumarán más idiomas en las próximas semanas.
La traducción no interrumpe la fluidez del diálogo y busca que cada participante conserve su identidad lingüística, incluso cuando la inteligencia artificial actúa como intermediaria.
Una traducción natural y no robótica
Uno de los aspectos más destacados de esta nueva función es su capacidad para preservar la naturalidad en la conversación. A diferencia de los traductores tradicionales que muchas veces reemplazan la voz original por una sintética genérica, esta función reproduce una versión traducida que imita el ritmo, las pausas y las expresiones del hablante.
Esto permite una experiencia más auténtica, especialmente en contextos donde el lenguaje corporal y la entonación influyen en la interpretación del mensaje.